Vuelves, de nuevo, como cada mes y medio.
Vuelves, de nuevo, con un ramo de rosas y disculpas vacías.
Vuelves, de nuevo.
Vuelves, de nuevo, con un ramo de rosas y disculpas vacías.
Vuelves, de nuevo.
***
Medianoche, no consigo dormir, todo porque una vez más vuelves a mí, buscando mis palabras y encontrándote con mis silencios, sintiéndote satisfecho de conseguir alguna de mis palabras, como cada vez que nos digo que será la última vez y al final consigues que me interese por ti.
Te borré literalmente, de mi vida, de mi corazón, de esa arma peligrosa llamada internet. Prendí fuego a nuestros recuerdos, tiré al mar ese collar de conchas que me regalaste y esa esclava con nuestros nombres y aquella fecha que se mantiene suspendida en el aire.
Sentí que no fui NADA para ti, absolutamente nada. Ví tus tuits, tus frases, tus fotografías y se me caía la cara de vergüenza... lloras por niñas a las que les sacas 6 años de edad y vuelves cada mes con palabras que sospecho, ni tú mismo crees, ''Te echo de menos, tú has sido la única'', sí... la única que se ha dejado engañar o ha optado por vivir con una venda.
Te quise, en cuerpo y alma, dejé a otras personas por ti, una y otra vez por ti, por captar tu atención y que después te fueras, así una y otra vez. En el transcurso de todo eso, me sentí perdida, acosada en el instituto, hice mil y una tonterías por tí.
Fuiste mi primer amor, ese aire que cambió el rumbo de mi inocencia, ese 10 de marzo permanentemente omnipresente, claro que... ¿Qué significará esa fecha para ti?, NADA, absolutamente nada. No soy nada, no soy la chica con la que te irías a Alemania, con la que podrías pasarte un domingo entero en la cama viendo películas ni con la que irías a un concierto. Soy la chica con la que podrías tontear por Whatsapp, la llamarías cuando esas chicas que ocupan tu corazón se van y me echarías un mal polvo, acto seguido te evaporarías -como siempre-. ¿Pero sabes qué?, no mediré 1'80 ni mis medidas serán perfectas, pero tengo una sonrisa que ilumina cualquier ciudad de punta a punta.
Conoces a mi yo con catorce y quince años, no a mi yo de los veintiuno, una yo que jamás cometería los errores que cometió. Te fallé, a ambos no mató, pero yo avancé y tú te quedaste ahí estancado.
Te amé durante 4 años, te amé, te busqué, te esperé y NUNCA JAMÁS funcionó. Tú y yo no tenemos ningún futuro. Siempre pensé que tendríamos una oportunidad en el futuro, como Chuck y Blair, pero qué vamos a tener...
Fuiste mi primer amor, ese aire que cambió el rumbo de mi inocencia, ese 10 de marzo permanentemente omnipresente, claro que... ¿Qué significará esa fecha para ti?, NADA, absolutamente nada. No soy nada, no soy la chica con la que te irías a Alemania, con la que podrías pasarte un domingo entero en la cama viendo películas ni con la que irías a un concierto. Soy la chica con la que podrías tontear por Whatsapp, la llamarías cuando esas chicas que ocupan tu corazón se van y me echarías un mal polvo, acto seguido te evaporarías -como siempre-. ¿Pero sabes qué?, no mediré 1'80 ni mis medidas serán perfectas, pero tengo una sonrisa que ilumina cualquier ciudad de punta a punta.
Conoces a mi yo con catorce y quince años, no a mi yo de los veintiuno, una yo que jamás cometería los errores que cometió. Te fallé, a ambos no mató, pero yo avancé y tú te quedaste ahí estancado.
Te amé durante 4 años, te amé, te busqué, te esperé y NUNCA JAMÁS funcionó. Tú y yo no tenemos ningún futuro. Siempre pensé que tendríamos una oportunidad en el futuro, como Chuck y Blair, pero qué vamos a tener...
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