A veces necesitamos olvidar, darnos cuenta de una vez de que la vida está llena de momentos, momentos que ocurren en un abrir y cerrar de ojos, momentos que nos hacen tristes o felices, pero momentos que nos hacen humanos, nos hacen crecer.
Cuesta pasar página cuando hemos estado mucho tiempo leyendo la misma página, cuando nos sabemos cada palabra, cuando en una esquina de la página está la marca de nuestro dedo que la sujeta, cómo si se negase a ver que puede haber otra página mejor que esa, pero no... nos hemos acostumbrado a la monotonía, a leer esa página, y nos da miedo pasar de página.
Han pasado muchas cosas desde el día en que pusimos punto y final a esta historia, durante la primera semana sentí indiferencia, tal vez porque estaba fuera y estaba tan ocupada que no tenía tiempo de pensar en todo lo que había pasado. A partir de ahí, todo mi mundo empezó a cambiar, yo empecé a cambiar, me negaba a hablar de lo que había pasado, me negaba a creer que habíamos roto de verdad .
He pasado por varias etapas durante la ruptura, pero creo que la más dura fue aprender a vivir sin ti, sé que cuando esto se acabó apenas hablábamos, pero en mi interior tenía la esperanza de que eso pudiese cambiar, de que los dos arreglásemos las cosas, de hacer todo aquello que nos quedaba pendiente, y ahí es cuando volvemos a pensar en el pasado y en el futuro, ¿Por qué cuando se acaba una relación vemos que tenemos nuestra parte de culpa?, ¿Por qué cuando se acaba una relación queremos enmendar como sea todos los errores y hacer todo aquello que quedaba pendiente?, ¿Por qué tenemos tanto miedo a estar solos?.
Pasé noches duras, de esas en las que no puedes dormir porque los recuerdos golpean tu cabeza y tu corazón, y entonces todo... todo se me venía a la cabeza una y otra vez: El faro, cómo me mirabas, tus ''Eres mi musa y mi diosa'', tus ''Por tí lo dejaría todo, todo'', la primera vez que me dijiste que me querías, hacerte de rabiar, los sitios que descubrimos juntos, reirme cada vez que me caía cuando jugábamos al frisbee, cogerte prestada una de tus camisetas, que me manchases con helado y salieses corriendo, dejarme ganar a los bolos, ver una película juntos, hacer el tonto en mi piscina, esperar a que me llegue una de tus cartas y leerla con una sonrisa enorme...
Te eché de menos muchos días después de cortar, siempre esperaba alguna llamada tuya, un ''Lo he pensado mejor, creo que deberíamos hablar, te echo de menos cariño'', esperaba algo así durante muchos días, me moría de ganas de escribirte un mensaje, y lo hice, a partir de ahí hablamos de forma cordial y pude disculparme por el comportamiento que tuve, pero sentía que todo era muy forzado, hemos hablado algún día y se nota que ya nada es como antes, nos queremos, pero... ¿Seríamos capaces de hacer sacrificios por el otro?, está claro que no.
Tú borraste nuestras fotos y en cierto modo seguiste hacia adelante, yo no pude hacerlo, no era capaz, tuve intención de hacerlo pero me destrozaba vernos tan felices, con una sonrisa enorme, con ojos que reflejaban lo mucho que nos queríamos, me rompía en mil pedazos cada vez que veía esas fotos, así que decidí no verlas, pero tenerlas.
Hace unos días me decías que te gustaría hablar conmigo, viéndonos, te decía que seguramente me echaría a llorar, y es verdad... mi forma de resolver los problemas es no enfrentándome a ellos, me llevó tiempo asimilar esto, hacerme a la idea de que ya no estás, y... a veces pienso, ¿Qué pasaría si volviésemos?, creo que a día de hoy sería una pérdida de tiempo, ninguno hemos cambiado, tú seguirías queriendo espacio, yo me alejaría aún más y volveríamos a estar en el punto que causó esto.
¿No es irónico?, empezamos a salir por una discusión en la que nos dimos cuenta de que no podíamos estar el uno sin el otro, y rompimos por una discusión admitiendo que no podíamos estar el uno sin el otro, pero era insano estar así.
Te quiero, con cada pedazo de mi corazón, pero no puedo más, estoy viendo que por fin sonrío de verdad, estoy aprendiendo a quedarme con lo bueno de esto, estoy viendo que no hay sólo un camino, que la vida está llena de mil caminos y equivocarnos nos hace aprender.
Puedo decir, honestamente, que si algún día tenemos que estar juntos de nuevo, lo estaremos, sin prisas, que cada uno viva sus momentos y si el destino se empeña en que hacemos una buena pareja, ya nos unirá de nuevo.
Cuesta pasar página cuando hemos estado mucho tiempo leyendo la misma página, cuando nos sabemos cada palabra, cuando en una esquina de la página está la marca de nuestro dedo que la sujeta, cómo si se negase a ver que puede haber otra página mejor que esa, pero no... nos hemos acostumbrado a la monotonía, a leer esa página, y nos da miedo pasar de página.
Han pasado muchas cosas desde el día en que pusimos punto y final a esta historia, durante la primera semana sentí indiferencia, tal vez porque estaba fuera y estaba tan ocupada que no tenía tiempo de pensar en todo lo que había pasado. A partir de ahí, todo mi mundo empezó a cambiar, yo empecé a cambiar, me negaba a hablar de lo que había pasado, me negaba a creer que habíamos roto
He pasado por varias etapas durante la ruptura, pero creo que la más dura fue aprender a vivir sin ti, sé que cuando esto se acabó apenas hablábamos, pero en mi interior tenía la esperanza de que eso pudiese cambiar, de que los dos arreglásemos las cosas, de hacer todo aquello que nos quedaba pendiente, y ahí es cuando volvemos a pensar en el pasado y en el futuro, ¿Por qué cuando se acaba una relación vemos que tenemos nuestra parte de culpa?, ¿Por qué cuando se acaba una relación queremos enmendar como sea todos los errores y hacer todo aquello que quedaba pendiente?, ¿Por qué tenemos tanto miedo a estar solos?.
Pasé noches duras, de esas en las que no puedes dormir porque los recuerdos golpean tu cabeza y tu corazón, y entonces todo... todo se me venía a la cabeza una y otra vez: El faro, cómo me mirabas, tus ''Eres mi musa y mi diosa'', tus ''Por tí lo dejaría todo, todo'', la primera vez que me dijiste que me querías, hacerte de rabiar, los sitios que descubrimos juntos, reirme cada vez que me caía cuando jugábamos al frisbee, cogerte prestada una de tus camisetas, que me manchases con helado y salieses corriendo, dejarme ganar a los bolos, ver una película juntos, hacer el tonto en mi piscina, esperar a que me llegue una de tus cartas y leerla con una sonrisa enorme...
Te eché de menos muchos días después de cortar, siempre esperaba alguna llamada tuya, un ''Lo he pensado mejor, creo que deberíamos hablar, te echo de menos cariño'', esperaba algo así durante muchos días, me moría de ganas de escribirte un mensaje, y lo hice, a partir de ahí hablamos de forma cordial y pude disculparme por el comportamiento que tuve, pero sentía que todo era muy forzado, hemos hablado algún día y se nota que ya nada es como antes, nos queremos, pero... ¿Seríamos capaces de hacer sacrificios por el otro?, está claro que no.
Tú borraste nuestras fotos y en cierto modo seguiste hacia adelante, yo no pude hacerlo, no era capaz, tuve intención de hacerlo pero me destrozaba vernos tan felices, con una sonrisa enorme, con ojos que reflejaban lo mucho que nos queríamos, me rompía en mil pedazos cada vez que veía esas fotos, así que decidí no verlas, pero tenerlas.
Hace unos días me decías que te gustaría hablar conmigo, viéndonos, te decía que seguramente me echaría a llorar, y es verdad... mi forma de resolver los problemas es no enfrentándome a ellos, me llevó tiempo asimilar esto, hacerme a la idea de que ya no estás, y... a veces pienso, ¿Qué pasaría si volviésemos?, creo que a día de hoy sería una pérdida de tiempo, ninguno hemos cambiado, tú seguirías queriendo espacio, yo me alejaría aún más y volveríamos a estar en el punto que causó esto.
¿No es irónico?, empezamos a salir por una discusión en la que nos dimos cuenta de que no podíamos estar el uno sin el otro, y rompimos por una discusión admitiendo que no podíamos estar el uno sin el otro, pero era insano estar así.
Te quiero, con cada pedazo de mi corazón, pero no puedo más, estoy viendo que por fin sonrío de verdad, estoy aprendiendo a quedarme con lo bueno de esto, estoy viendo que no hay sólo un camino, que la vida está llena de mil caminos y equivocarnos nos hace aprender.
Puedo decir, honestamente, que si algún día tenemos que estar juntos de nuevo, lo estaremos, sin prisas, que cada uno viva sus momentos y si el destino se empeña en que hacemos una buena pareja, ya nos unirá de nuevo.
Puedes leer la segunda parte de la historia en: http://hallwrites.blogspot.com.es/2014/04/another-way-ii.html
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