Hey darlings !, como dije hace dos días, iba a celebrar mi cumpleaños, mis diecisiete por todo lo alto, cena y mucha mucha fiesta, hemos ido todas muy bien vestidas, y me han hecho unos regalos que me han encantado, que son:

Me gustaría poder pedir un deseo ahora, simplemente... estar con alguien a quien querer, a quien seguir... hasta el infinito, alguien con quien no tenga que fingir, alguien con quien pueda sentir que vuelo.
Y... conforme pasa el tiempo, me doy cuenta de una gran verdad... todos aquellos con los que he estado en alguna ocasión y se han ido no eran mis príncipes azules, por que para dar la bienvenida a un nuevo amor debemos cerrar las puertas abiertas, si algo no funciona, no debemos preocuparnos, ya lo hará, en esta vida... todo encaja, somos nosotros, carecemos en muchas ocasiones de paciencia, lo que nos dificulta el ver claramente algunas situaciones.

En estos momentos, me encuentro irreconocible, me siento, después de mucho tiempo feliz conmigo misma.

Me conformo con la mitad de ti... y es que, se que debería haberte olvidado hace tiempo, pero... no puedo, de cuando en cuando me vienes a la mente, recuerdo involuntariamente muchos días vividos junto a ti.
Duele, el ver como después de una ruptura una persona siempre sale bien parada y la otra persona se queda durante un tiempo inactiva, sin saber que hacer, pensando dos cosas, que bien, la otra persona podría volver y esta vez ser para siempre, o lo más normal, que la otra persona, vuele, se esfume, como Peter pan, cada vez que le hablan de la responsabilidad.
Sin ti... todo se me hace eterno, ya no queda nada de esa chica a la que enamoraste, ahora... no quiero saber nada del amor, no quiero enamorarme, ¿Para que?, no quiero volver a perder.
Realmente... te envidio, estás enamorado, de nuevo, como si no hubiera pasado nada, y yo... veo a otras personas, pero en cuanto veo que puedo tener una conexión especial con un chico, corto de inmediato, no quiero que me fallen, otra vez no,  no lo aguantaría.
Y cuento los días, los meses que han pasado, y pienso... que he pasado por una evolución, he pasado de no reírme por nada, de no querer ver a nadie, a volver a reír, y... prácticamente estoy volviendo a la normalidad, pero me falta algo... volver a amar, por una parte, quiero, por otra, no.
Dentro de dos semanas va a ser mi día, me voy a vestir como una princesa, voy a celebrar mi cumpleaños, y no me importa que sea sin ti, es mi día, y juro que ningún chico lo arruinará.
He aprendido una lección, se puede ser una princesa sin necesidad de depender de ningún príncipe.

Fue uno de esos amores a primera vista, copiados de cada línea de un Best-seller de carácter romántico, sucedió... sin darnos cuenta, sin que pudiéramos remediarlo, simplemente ocurrió.
Todos los días me desplazaba por la gran ciudad en la que vivía desde hace unos días, en busca de amor, queriendo olvidar un fracaso que caló hondo en mi corazón. Recuerdo que aquel Lunes, era un día lluvioso. El sonido de la tormenta era la banda sonora de esa tarde, en la que yo buscaba un refugio, con mis revistas en la mano y tratando de taparme con una carpeta. Le vi de lejos... un chico alto, moreno, guapo, con una sonrisa que podría tapar al mismísimo sol, con unos ojos en los que podrías sumergirte, se acercó, y no se como, pero supe que era el, que el sería quien me haría olvidar todo mi pasado, que el sería quien me haría volar, que el sería quien me hiciera vivir en un cuento de hadas sin final, de repente, entre la lluvia, el bullicio de la gente que iba y venía tratando de esquivar la lluvia, ese misterioso chico dejó en el suelo mi carpeta, mis labios rozaban los suyos, y antes de besarme se inclinó a mi y me dijo: Soy yo, el príncipe que estabas buscando. Yo... sonreí, puse mis manos en sus hombros, el puso sus manos en mi cintura y me dio ese beso con el que tantas personas sueñan, ¿Por que?, Por que era el primer beso de enamorada, cargado de amor, pasión, misterio...
En ese momento creí volar, creí estar a miles de metros por encima de los demás, por que el me hacía volar.






Este pequeño relato es para un concurso en el que me he presentado, veremos si hay suerte.

Confundida, si, es la mejor palabra que me puede describir en estos momentos.
Tengo unas épocas en las que no tengo absolutamente nada y otras, como por ejemplo ahora mismo, en las que no se decidirme por tener tanto.
¿Cuando se sabe a ciencia cierta que una persona puede calar hondo en tu corazón y vivir una parte muy grande de su vida contigo?, la verdadera pregunta es... ¿Se sabe alguna vez?, yo creo que no... y por experiencia propia puedo decir que el amor es lo más equívoco que existe, puedes tener mil y una corazonadas, imaginarte en un futuro no muy lejano con alguien, e incluso conforme pasa el tiempo, empezar a pensar en los nombres de vuestros futuros e hipotéticos hijos. A mi... nunca me ha gustado pensar en el futuro, nunca me he estresado pensando en que llegará, en que se irá... pero, ahora todo cambia, tengo miedo a ratos, es una sensación extraña, como una fuerza dentro de mi, que me impide actuar, me impide ver con claridad que es lo que quiero. Es una lucha interna, por una parte quiero dar todo el amor que hay dentro de mi, a la persona correcta, y por otra parte me cierro, por que tengo miedo. Creo que es hora de dejar en un segundo plano a la mente y pensar con el corazón.

Nena, siento decirte algo, acabas de perder a tu príncipe azul, del todo.
Es hora de sentarse, respirar profundamente durante un instante y admitir, que tus sospechas eran ciertas, él no volverá, tal vez... intentaba volver junto a ti, pero, durante el camino se ha topado con una princesa que le ha parecido mejor que tú.
Ya no tiene sentido llorar, ni una lágrima más por él... o por cualquier otro, estoy harta, de desperdiciar el tiempo riendo y llorando a partes iguales, pasando de un extremo al otro, ¿Tan difícil será estar en una línea constante sin reveses?, parece que para mí si. Me resisto a ser siempre igual, por una parte, me gustaría ser más fría emocionalmente, no sentir tanto, pero por otra, no es malo vivir tus sentimientos, son los que te hacen ser como eres, los que te hacen actuar de una determinada manera.
Ahora... puedo decir que me duele, mucho, darme cuenta de que me ha encontrado sustituta. Puedo hacer acto de mi grandioso orgullo y decirles a todos que me es indiferente, que no le quiero, que nunca le quise, que no me importa que bese a otra, pero lo que pienso en realidad es lo contrario, me duele, por que me he enamorado, pensé que la felicidad que vivíamos nunca se desvanecería, que siempre le tendría a mi lado, que solo yo le besaría, pero... parece que las reglas del juego han cambiado. Y... me siento mal, me siento indefensa, de vez en cuando, doy un par de pasos, pero, estoy desorientada, ¿Que estoy haciendo?, no pretendo encontrar al amor de mi vida en una esquina, no pretendo que venga a buscarme a la puerta de mi casa, pero tampoco quiero buscarlo como quien busca una aguja en un pajar. Me gustaría, realmente, despertarme un día, y que todo lo que llevo viviendo desde hace meses, sea una pesadilla, que nada haya cambiado, que cada semana volviese a estar ansiosa por verle, que cada día le echase un poco más de menos, que tuviese la felicidad por las nubes... me gustaría volver a ser yo.

La vida es una constante montaña rusa, con una construcción diferente para cada persona.