Nena, siento decirte algo, acabas de perder a tu príncipe azul, del todo.
Es hora de sentarse, respirar profundamente durante un instante y admitir, que tus sospechas eran ciertas, él no volverá, tal vez... intentaba volver junto a ti, pero, durante el camino se ha topado con una princesa que le ha parecido mejor que tú.
Ya no tiene sentido llorar, ni una lágrima más por él... o por cualquier otro, estoy harta, de desperdiciar el tiempo riendo y llorando a partes iguales, pasando de un extremo al otro, ¿Tan difícil será estar en una línea constante sin reveses?, parece que para mí si. Me resisto a ser siempre igual, por una parte, me gustaría ser más fría emocionalmente, no sentir tanto, pero por otra, no es malo vivir tus sentimientos, son los que te hacen ser como eres, los que te hacen actuar de una determinada manera.
Ahora... puedo decir que me duele, mucho, darme cuenta de que me ha encontrado sustituta. Puedo hacer acto de mi grandioso orgullo y decirles a todos que me es indiferente, que no le quiero, que nunca le quise, que no me importa que bese a otra, pero lo que pienso en realidad es lo contrario, me duele, por que me he enamorado, pensé que la felicidad que vivíamos nunca se desvanecería, que siempre le tendría a mi lado, que solo yo le besaría, pero... parece que las reglas del juego han cambiado. Y... me siento mal, me siento indefensa, de vez en cuando, doy un par de pasos, pero, estoy desorientada, ¿Que estoy haciendo?, no pretendo encontrar al amor de mi vida en una esquina, no pretendo que venga a buscarme a la puerta de mi casa, pero tampoco quiero buscarlo como quien busca una aguja en un pajar. Me gustaría, realmente, despertarme un día, y que todo lo que llevo viviendo desde hace meses, sea una pesadilla, que nada haya cambiado, que cada semana volviese a estar ansiosa por verle, que cada día le echase un poco más de menos, que tuviese la felicidad por las nubes... me gustaría volver a ser yo.