¿En que piensas cuando vas a dormir?, es una pregunta que me ha dado que pensar, valga la redundancia.
Me gustaría poder decir, o más bien confesar que cuando me voy a dormir, lo primero en lo que pienso, es en él.
Porque... se ha colado en mi vida de una forma silenciosa, pero ha conseguido hacer mucho ruido, ha conseguido que no me aburra, que no me canse, ha conseguido volverme adicta a el, que cada día le eche un poco más de menos.
Es una ráfaga de viento capaz de cambiar cualquier ambiente, es esa persona, la correcta, la que aparece cuando solo Dios sabe que quieres tirar la toalla, que desearías poder volver hacia atrás para cambiar eso que te incomoda, pero él es quien me da fuerzas para seguir, él es quien está siempre ahí, deseando escucharme, aunque no tenga algo bueno que decir, él es todo lo que he buscado desde que tenía cinco años e imaginaba que era una princesa, por que... no tengo un reino, por supuesto, no tengo una tiara, pero tengo un príncipe por el que muchas lucharían.
Cuando estoy tumbada en la cama... pienso en él, siempre. Si discutimos, pienso en el, en las ganas que tengo de volver a hablar como si nada hubiera pasado. Si hablamos de cualquier tontería, pienso en el, son nuestras tonterías. Da igual de lo que hablemos, siempre pienso en él, y antes de dormirme, esbozo una sonrisa, cargada completamente de felicidad, y me duermo, pensando... en él.
Me gustaría poder decir, o más bien confesar que cuando me voy a dormir, lo primero en lo que pienso, es en él.
Porque... se ha colado en mi vida de una forma silenciosa, pero ha conseguido hacer mucho ruido, ha conseguido que no me aburra, que no me canse, ha conseguido volverme adicta a el, que cada día le eche un poco más de menos.
Es una ráfaga de viento capaz de cambiar cualquier ambiente, es esa persona, la correcta, la que aparece cuando solo Dios sabe que quieres tirar la toalla, que desearías poder volver hacia atrás para cambiar eso que te incomoda, pero él es quien me da fuerzas para seguir, él es quien está siempre ahí, deseando escucharme, aunque no tenga algo bueno que decir, él es todo lo que he buscado desde que tenía cinco años e imaginaba que era una princesa, por que... no tengo un reino, por supuesto, no tengo una tiara, pero tengo un príncipe por el que muchas lucharían.
Cuando estoy tumbada en la cama... pienso en él, siempre. Si discutimos, pienso en el, en las ganas que tengo de volver a hablar como si nada hubiera pasado. Si hablamos de cualquier tontería, pienso en el, son nuestras tonterías. Da igual de lo que hablemos, siempre pienso en él, y antes de dormirme, esbozo una sonrisa, cargada completamente de felicidad, y me duermo, pensando... en él.
- 21:56
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