Another way II
13:51Los días pasan, los recuerdos se desvanecen, los sentimientos se disipan, y lo único que queda son las palabras. Tras una ruptura intentamos olvidar a la persona borrándola de todas partes, pero nuestra cabeza no olvida, nuestra cabeza se tortura recordando una y otra vez aquel momento que nos rompe el corazón sin piedad, y es que es muy sencillo sonreír de cara a la gente y romperse por dentro cada día que pasa un poco más hasta llegar a ese punto en que hasta la brisa más ligera se incrusta en tu interior y te puede matar lentamente.
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No teníamos nada en común, yo anteponía cualquier tontería a ti, tú te cansabas de que contigo sólo hablase de ropa y yo ni te escuchaba, nos separaban 500 km en los que ambos no respetamos la fidelidad, nos separaban 10 años que lo único que conseguían era que nos pasásemos el día discutiendo, porque no... nunca pude con tus enfados espontáneos, cada vez que te enfadabas por una tontería yo cogía la puerta y me iba, nunca me ha gustado discutir con nadie.
Los días juntos... algunos días eran mejores y otros eran peores, algunos días me asfixiabas y otros días me dabas tanto espacio que no sabía si estabas a mi lado. Te necesité en muchos momentos y me diste la espalda. Me diste tantas veces la espalda que empecé a no contarte nada. Nunca necesité a un hombre que solucionase mis problemas y tú no serías la excepción.
El espacio fue el detonante de esta ruptura, tú me pedías espacio: un espacio que se traducía en silencio, horas sueltas que se convertían en días sin saber nada el uno del otro, hasta que por fin llegó esa llamada telefónica inevitable, tú no te atrevías a cortar, así que tuve que hacerlo yo, era lo mejor para ambos, olvidarnos el uno del otro, fingir que nada había pasado, pero en verano sucedieron cosas de las cuales yo quería saber la verdad, una verdad que me ha costado varios amigos, una verdad que me tuvo noches llorando, una verdad que no me arrepiento de haber buscado.
Me costó olvidar esta historia. Semanas después de haber roto, entraba en mi vida una persona, pero no una persona más. una persona de esas que calan hondo, una persona que no puede dejarte indiferente, una persona que te enseña a luchar.
Le conocí y en ningún momento pretendía tener algo, mi intención era estar sola, recuperarme de todo esto y si acaso, empezar a ver gente en marzo, pero no... la vida cambia tus planes y me encontré con él, con alguien que hizo que me recuperase rápidamente, alguien a quién podía contarle cómo me sentía y el cual me empezaba a contar pequeños secretos suyos, alguien que conseguía que cada día me despertase feliz sabiendo que sería un buen día porque él conseguía iluminarlo.
Con cada día que pasaba, con cada hora a su lado me iba atrapando un poco más, puede decirse que cambié en muchas cosas, he cambiado partes de mi que pensé que nunca se irían, aunque también es cierto que después de haber roto contigo mi corazón dijo basta: me había cansado de chicos que sé que acabarían yéndose sigilosamente por la puerta de atrás, me había cansado de intentarlo, me había cansado de creer en la gente, me había cansado de creer en mi misma, y me fui, hice las maletas y hui, simplemente necesitaba descansar, no tener mensajes diarios de personas preocupándose por mi. Os diré algo... siempre salgo adelante de todo, tengo mis momentos de debilidad, pero nada puede conmigo, ¿Mi peor enemigo?, soy yo, lo comprobé hace años, cuando un día dije basta y durante medio año le resultaba irreconocible a los demás. Una ruptura no me va a destrozar, lo que me destroza son las mentiras, los comentarios llenos de pena de algunos, no soporto que alguien me trate como a esa pobre moribunda emocional, soy fuerte.
Tú volvías, pidiéndome volver, pidiéndome una segunda oportunidad, pero no... no creo en las segundas oportunidades, es algo que relación tras relación he ido aprendiendo, ya te había dado una segunda oportunidad después de que me mintieses -y lo confesases-, después de tus celos surrealistas y de que me exigieras que dejase la fotografía. Estaba ''empezando'' una relación nueva, una relación que no iba a dejarme indiferente, y no sé... no iba a tirarlo todo por la borda, mucho menos por ti.
Echo la vista atrás y me siento mal, sé que he tratado mal a muchas personas, pero no soy así, ya no. Siento lo que te hice, pero no querría volver contigo, no estaba enamorada de ti, y si no funcionó la primera vez... ¿Qué iba a cambiar ahora?, contigo seguiría siendo superficial, no te contaría nada, tú te esforzarías el primer mes y después a pedirme espacio, hasta que volviésemos a separarnos de nuevo.
Si hago una reflexión sobre cómo me siento ahora, es vulnerable. Me siento vulnerable porque estoy enamorada, desde que comenzó esta historia mi coraza se vino abajo, nunca he tenido secretos con él, siempre he confiado en sus palabras y actos, me he quedado cuando en otras ocasiones me hubiese ido sin pensarlo, he cambiado partes de mi para que esta relación pudiese salir bien, pero a veces pienso... ¿Es suficiente?, ¿Hago las cosas bien?, sé que él cree que si, pero me gusta que me diga las cosas, me gusta que tenga algún detalle conmigo. No soy de esas chicas que necesitan que cada cinco minutos les estén recordando lo perfectas e increíbles que son, pero es cierto que me enamoré -entre otras cosas- de cómo me trataba y no quiero que eso se vaya, quiero seguir despertándome todos los días pensando que he hecho bien, pensando que puede haber tormenta pero uno de los dos siempre cobijará al otro, pensando que el cambio que he dado no ha sido en vano.
A veces la vida nos sorprende, nos obliga a elegir ''aquí o allí'', nos pone retos, nos hace plantearnos qué estamos haciendo con nuestra moralidad y nuestros principios, nos hace ver que hay más de un camino, pero elegiríamos ese mismo camino una y otra vez, y te lo prometo... no me arrepiento de nada de lo que he hecho desde septiembre hasta ahora, volvería a repetirlo de nuevo.
A veces crees que conocías a esa persona de antes, confías en que el destino os haya presentado por alguna razón, confías en que será aquel que se quede, aquel que ría cuando tú rías y solucione tus problemas cuando tú llores, aquel que te cuide cómo si fueses su mayor tesoro, aquel del que te enamores día tras día una y otra vez.
2 comentarios
"Los días pasan, los recuerdos se desvanecen, los sentimientos se disipan, y lo único que queda son las palabras."
ResponderEliminarQue linda entrada :) siempre es dificil terminar una relacion u.u me gusto mucho~
http://huelga-sentimental.blogspot.com
Saludos
Hola:)
ResponderEliminarBien, has dado a conocer tu historia, y bueno, ya sabes, yo sabía alguna cosilla de cuando me lo contaste, pero no imaginé que fuera así..
Sí, bueno, las segundas oportunidades no suelen servir para mucho, pero te digo que yo ahora mismo estoy viviendo una segunda oportunidad la mar de bonita...
Me alegra que estés enamorada, que las cosas te vayan bien, solo espero que al fin hayas encontrado a esa persona que te llena, que te enamora día a día, porque creo que te la mereces.
Hacía mucho tiempo que no pasaba por aquí, me alegro de haber vuelto.
Un abrazo cielo, te pasas? :)