Hoy me he levantado con dolor de cabeza, probablemente de la fiesta de ayer, he conocido a mucha gente pero... me gustaría estar contigo. Hace días me has dicho que me querías, y... justamente a los dos días mi novio decidía poner un punto y final en nuestra historia. ¿Que es esto?, ¿es obra del destino?, no lo sé, no se muy bien que pensar. Han pasado delante de mí muchas veces las oportunidades, nunca las he cogido al vuelo, he esperado demasiado, he razonado y... ¿de que sirve razonar?, de nada, por que... si algo tiene que pasar, pasará. Recuerdo el día en que discutimos, ahora todo se vuelve nítido y me siento... como una estúpida, yo ya no soy así, por culpa de la distancia decidí romper, y pensaba que todo volvería a ser normal, que al día siguiente me dirías que me querías, pero eso no ocurrió, han pasado dos años, y... parece que ahora, los dos hemos cambiado, madurado, crecido. Yo ya no discuto, ¿para que?, discutir es de tontos, es hablar en voz alta, gritar, intentar defender tu posición sobre algo, pero aveces... es mejor no hablar, si no tienes algo bueno que decir de algo o de alguien, no digas nada, será mejor. Has vuelto, y... me has hecho recordar como soy, optimista, positiva, cariñosa, risueña, romántica... me has hecho sonreír, recordar que nosotros dos no éramos perfectos, no pretendíamos serlo, no éramos una pareja modelo, pero eramos felices. Nos lo pasábamos bien tirados en la playa, jugando con las olas... en un centro comercial, probándome mil vestidos, y tu quitandomelos todos... 
Ha pasado el tiempo, yo no soy igual, pensé que lo que me gustaba era ser seria, distinguida, cenar en restaurantes caros, no hablar de temas infantiles, no reírme, tener siempre una mentalidad madura, pero no... y está claro que esa parte ha durado poco, solo quiero decir que... aún no es tarde, parece ser que los dos estamos dispuestos a que vuelva a pasar algo, los dos queremos volver a probar nuestros labios y yo... sigo pensando en un futuro, contigo...