Quien me lo diría, hace unas semanas todo era perfecto, los jueves empezaba a contar las horas para verle. Los domingos estaban señalados en el calendario como nuestro día, cada vez que veía un coche igual al suyo sonreía para mi misma y para el mundo, cada vez que oía esa canción, pensaba en nosotros.
Y... cada vez que veía nuestras fotos, pensaba en el futuro, quería un futuro junto a el, quería una vida, quería un algo con el. Aún recuerdo aquel día de septiembre, me prometió que si saldría con el, me trataría increíblemente bien, me prometió que me cuidaría, me respetaría, y me amaría para siempre.
Pero... ¿han oído eso de que las palabras se las lleva el viento?, al parecer las promesas también.
Has decidido olvidarte de esta nuestra historia y, creeme, ha sido difícil pero lo he llevado bien, con dignidad, con la cabeza alta. Mis amigos no me han dejado ni un minuto sola, por que un solo minuto sola, conllevaría pensar en ti, y no, no podría hacer eso. Y... he caído, he hablado contigo cuando si quiera tendría que intentarlo, la verdad... tu respuesta me ha dejado anonadada. Te digo que te quiero, voy a esperar a que todo esté bien y tu... solo me dices que no te ponga las cosas difíciles, que yo no soy la chica que buscas, ¿que clase de juego es este?, casi medio año de amor (por mi parte, según parece), y tu ahora me evitas... ¿es así como quieres deshacerte de mi?, me parece genial... solo puedo decir una cosa. Has perdido, te quedas solo, por que yo, yo no dependo de ti. Y... por si te interesa, un chico está aclarándome las ideas, y ahora mismo esta todo claro; He perdido el tiempo, no me culpo, ya que en la vida no todo puede ser de color rosa, y ahora... ahora no es hora de llorar, es hora de salir por ahí, gritar, reírse y comerse el mundo. Ahora, es otro el que ocupa tu lugar, es otro el que me mira de forma sensual, es otro con el que paso largas noches, es otro, que me da otra forma de placer.