¿Que te crees?, ¿Que esto es un juego?. Lo siento, pero no, la respuesta es no. No puedes pretender que te siga, no puedes querer tener el mundo bajo tu poder, por que esto no es así. No puedes siquiera pensar que las personas son títeres, que penden sobre un par de hilos, que puedes manejar a tu antojo. Se que para tí las cosas nunca han sido fáciles, que has tenido a gente que ha odiado, te ha querido, y yo... te he defendido, hasta el límite, hasta extremos que ni yo conocía. Por ti he sido esa clase de persona que odié, he pasado meses culpándome de todo, pensando que yo era lo que fallaba, que yo era la pieza del puzzle que sobraba, que no encajaba. Pero, siendo sincera, no, yo solo era esa persona insegura, hace años, no conseguía hablar sin que me temblase la voz, nunca respondía, solo asentía con ligereza y... entonces te conocí a ti, me convertiste en esa persona desinhibida. Me reía del amor en su cara, nunca creí en princípes azules, ni rosas, ni amarillos, ni rojos, no... solo creía en respeto, en confianza. He hecho de todo por tí, ha pasado el tiempo y en lo que si creía era en las segundas oportunidades, en que las personas pueden cambiar, pero has hecho que renunciase a eso, a creer en tí. Me has demostrado que, la vida de las personas pasa inevitablemente por etapas, que yo he dejado atrás esa etapa en la que te creía, te quería y solo pensaba en ti, he cambiado, he madurado, ¿por que lo olvidas todo?, solo consigues hacerte daño a ti mismo.