Carta a -A (Segunda parte)
17:44
Me parecías la persona más pedante, narcisista, presumida y ''tonta'' del mundo. Veía tu universo en el que la palabra ''YO'' era la que reinaba y a ratos me reía muy fuerte porque sentía que era imposible encontrar a alguien así. Ya te he contado que me sorprendió conocerte más a fondo, ver que debajo de esa capa tan gruesa de egocentrismo se escondía una aún más grande de sencillez, delicadeza y humanidad. No te imaginaba tan humano, inseguro alguna vez, no imaginaba sencillamente que podías ser alguien que necesitase tanto un abrazo.
Pasaron los meses y nos conocíamos un poco mejor, ya te he contado que deseaba que llegase la hora de hablar contigo porque necesitaba saber cómo te había ido el día, y de la noche a la mañana te convertiste en mi libro favorito, nunca me cansaba de ti y me importaban de verdad tus problemas. Hacía mucho que no me sentía tan a favor de alguien, como si pudiese querer a alguien de verdad. Llegó el invierno y con ello nuestro primer beso, te he dicho muchas veces cómo me sentí aquel día pero puedo recordártelo más adelante.
Hubo altibajos, días en los que tu humor acababa conmigo, días en los que no sabía si duraríamos, días en los que varios ex decidieron que era el momento de pedirme volver y a los que no tardé ni un minuto en pedirles que se marchasen de mi vida con billete de ida. Sacamos esa relación hacia adelante y hubo momentos en los que pensaba que era una locura que me volviese a enamorar, pensé que el amor estaba prohibido para mí, que no lo merecía y encontrar a una persona que te quiere incondicionalmente, que no necesita que seas de una manera u otra sino que te quiere tal cuál te conoció, no estaba en mis planes.
No estaba en mis planes ser feliz, pasar de vez en cuando por algún momento malo pero hacerlo de la mano de la otra persona y no por individual como había hecho siempre. No estaba en mis planes querer que esa persona formase parte de mi vida en el total sentido de la palabra, no estaba en mis planes escuchar a alguien que no fuese yo, comenzar a replantearme cómo había estado actuando hasta entonces y querer ser mejor persona para provocarte una sonrisa.
Pasaron los meses y descubrí que no había hecho las cosas bien con otras personas, me escudaba en que era joven pero a día de hoy tendría una charla nada agradable con mi yo del pasado. Conocerte ha sido definitivamente lo mejor que me ha pasado.
Quiero que sepas algo, me siento infinitamente orgullosa de ti, de cada pequeña cosa que has logrado en todo este tiempo, de habernos conocido, de nuestro primer beso, de la primera vez que hicimos el amor, de la primera vez que acariciaste mi cara, del primer ''Te quiero'', de la primera vez que nos reímos a carcajadas durante minutos, de la primera vez que me viste llorar y te quedaste a mi lado, de todas esas ocasiones en que has sacrificado tu tiempo para ayudarme, de nuestra relación entera.
Nunca he sido tan feliz en mi vida, si pudiese cambiar cosas cambiaría muchas... sobretodo las decisiones que he tomado y a día de hoy aún me afectan, pero... nunca cambiaría el hecho de haberte conocido, de haber encontrado el amor verdadero, de haber encontrado a mi alma gemela, a la persona a quién sé que le puedo contar todo, que puedo confiar totalmente en ella, que puedo compartir mi vida, que quiero compartir mi vida futura, que quiero darle todo mi amor y sobretodo, que necesito que me de su amor, su alegría, sus miedos, sus sueños, sus ganas de volar.
Te pido algo: Que te quedes, conmigo, para siempre. Que nunca dudes, que me ames hasta que duela. Que sueñes, con un nosotros. Que siempre me des mimos. Que seas sólo tú.
No necesito nada más, excepto a ti, eres tú, eres el amor de mi vida y nunca me cansaré de decirlo.
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