Querida cenicienta, quítate los zapatos de cristal y vuelve sola a casa, que tu príncipe parece haberse perdido.
Estoy harta de creerme una princesa y fingir que no tengo sentimientos solo para que no me hagan daño, porque... Al fin y al cabo, si esa persona me interesa me abro y me vuelvo vulnerable.
Lo peor de pasarlo mal por ti es pensar que seguramente tu no tendrás ningún problema, creeme, si leyeses mis ultimas entradas te darías cuenta de que van por ti.
Aun recuerdo como comenzó todo, apenas hablábamos, yo no recordaba ni tu nombre, pero poco a poco habia ido cogiendote confianza y cariño, empezabas a ser alguien importante para mi, pasamos de hablar una hora al dia a hablar cuatro horas por las noches, pasamos de los típicos 'Buenas noches', a mensajes de 20 lineas para despedirnos, pasamos de amigos a algo mas, pasamos de besos en la mejilla a los besos mas dulces.
Nadie sabe cuantas lágrimas he derramado yo por ti, nadie sabe las veces que he escuchado tu canción favorita tumbada en la cama, nadie sabe cuantas veces he leido nuestras antiguas conversaciones y me he hundido.
Mi guitarra es fiel testigo de como he estado por ti, cada nota era un pequeño secreto y cada canción era una confesión que me guardaba para mi misma.
Lo que mas odio de todo esto es sin duda que te fueses sin darme una explicación.
Te echo de menos, muchísimo, y te quiero, pero... Me quiero mas a mi.
Mi almohada ya no recoge lágrimas, mi cabeza se resigna a pensar en ti como alguien que estuvo a mi lado en un momento determinado, mi corazón intenta latir a pesar de este bache y yo... Sonrío, porque me gusta lo difícil y en estos momentos llorar es demasiado fácil.

Ayer estaba por la noche en Twitter, leyendo tuits y me encontré uno de una chica que se 'odiaba' a si misma, odiaba su cuerpo, cada centímetro de su ser y defendía la anorexia y la bulimia, más conocidas en las redes como Ana y Mía. Creo que hay mucha incultura con respecto al tema, por desgracia, convivo con esas enfermedades (No, yo no soy pro Ana ni pro Mia), pero si llevo más de un año viendo como alguien a quien quiero mucho se pasa el día observándose al espejo y odiándose, aunque sea increíblemente perfecta.
¿No os dais cuenta de que estas enfermedades no os hacen más fuertes?, al contrario, os hacen débiles, hacen que viváis cansadas, de la vida, de vuestro cuerpo... que vuestra mente esté cansada y no piense, y sobretodo... aparte de destrozar vuestra vida, destrozáis la de las personas que os quieren, y las alejáis.
Me gustaría saber que es lo que os anima a entrar en estos comportamientos, ¿Qué os destroza la mente haciendo que tengáis una visión distorsionada de vuestro cuerpo?, ¿Por qué no hacéis callar a esas voces en vuestro interior que os empujan al vómito o a no ingerir comida?.
Os voy a confesar algo, hace más de un año, cuando esa persona comenzó a meterse en el mundo Mia, yo me sentía culpable, no soy una chica de 1'80 ni tengo el cuerpazo de Alessandra Ambrosio y me documentaba de los efectos de la bulimia, es tentador eso de ver cuanto peso se pierde, pero... ¿Y las secuelas?, un día, llegué a postrarme frente al bidé y quise intentarlo, pero no, tengo un gran sentido de la responsabilidad y en mi cabeza la única voz que escuché fue un 'NO'.
Todas sois perfectas, mira tu pelo, tu sonrisa, tus ojos, tu cara, la forma de tu cuerpo, no hace falta tener unas medidas 90-60-90 para triunfar en esta vida, el triunfo llega cuando tienes una familia que te quiere, una persona a tu lado a la que le gustas tal como eres y unos amigos que siempre están a tu lado.
Cuando te entregas a estas enfermedades, te aíslas, estás sola. Cualquiera puede tener la fortaleza para decir 'NO', yo lo hice, y tu también puedes, la anorexia y la bulimia no son enfermedades, son decisiones, y la mejor decisión que puedes tomar es pedir ayuda, porque siempre habrá alguien a tu lado que te escuche y te apoye.
Acércate a un espejo, mírate en el, mira lo perfecta que eres, y olvídate de estropear tu vida.

Llega un día en que te despiertas, y no piensas en lo despeinada que estás o cuantas horas permanecerás hoy bajo el sol tratando de que el color blanco de tu piel tan característico del invierno vaya dejando paso a un tono dorado tan de moda en verano, ya que... en lo que realmente piensas es en esa persona, en lo feliz que te hace.
Es contradictorio, sencillo y complicado: Es sencillo cuando los dos sonreímos, cuando el tiempo parece no importarnos, cuando las palabras de amor inundan nuestros diálogos, pero... también es complicado, cuando no nos ponemos de acuerdo, cuando yo estoy desconcertada y no se que pensar o que sentir.
Hay una mezcla de sentimientos, eso está claro, y también de actitudes, -al menos por mi parte-, cuando estoy contigo me siento niña, siento que puedo ser como quiera, que nada me para, que nada importa, pero cuando no estoy contigo siento que soy una mujer, que la cruda realidad es que no quiero enamorarme, o eso creo, porque cada día me siento más aturdida.
Echo de menos aquellos días en los que actuaba sin pensar, en los que me regía por mi intuición y en los que podría estar con cualquiera sin importarme nada, pero... algo dentro de mi ha cambiado y, quiero que la próxima vez que esté junto a alguien signifique algo, y eso es lo que me asusta, el ver que significa algo y no saber como actuar.
¿Como se sabe que es el correcto?, ¿Como se sabe que algo saldrá bien?, ¿Como se puede hacer callar a esa pequeña voz en tu interior que te pide que no te involucres demasiado en algo nuevo?, nadie lo sabe y decididamente, son cosas que aparecen en el camino y nos hacen actuar de una determinada manera.

¿Hace falta que te pida un beso?, ¿Hace falta que incline levemente la cabeza, mire sonriente hacia un lado y te diga que me falta algo?, ¿Hace falta que use la archiconocida excusa de que tengo frío para que me abraces?.
Dejemos los juegos a un lado, actúa con el corazón en vez de con la mente, antepón tus sentimientos, tus impulsos, lo que realmente quieres a lo que piensas que es correcto.
Soy complicada, tal vez más complicada que armar un cubo de rubik desecho, puedo irme un día y estar a tu lado al día siguiente, soy la clase de chica que a los diez años jugaba con sus amigas a vestirse de blanco, aquella que a día de hoy se dedica a deshojar margaritas para ver si su amor la quiere, la que sonríe, la que no llora por el pasado sino que simplemente se queda con los buenos recuerdos y el resto de vivencias las arroja, como si se tratase de soplar un diente de león, para que todo lo que no le interesa se vaya donde el viento quiera.
Soy adicta,-valga la redundancia-, a las adicciones, pero... una de mis adicciones puede que sea el amor: puedo ser adicta a tu sonrisa si quieres, puedo ser adicta a esas miradas llenas de complicidad, puedo ser adicta a tus abrazos, puedo ser adicta a tus mejores palabras, pero... no me beses, ya que soy especialmente adicta a los besos, si un beso me gusta, podría querer repetirlo una y otra vez. Podría ser adicta a ti si quieres, y ahora dime, Tu... ¿A que eres adicto?.

Ya no puedo más. No puedo fingir que no me importa esto, que no me importas, que no me importa que hayas dejado de hablarme, porque si me importa... y demasiado.
¿Por qué tengo a más 'pretendientes' queriendo tener algo conmigo y solo les veo como a moscones?, ¿Por qué soy incapaz de pensar en otro chico?, ¿Por qué me has hecho esto?.
Creo que renuncio... el amor no está hecho para mi, a estas alturas lo único que puedo decir es que no siento el corazón, va a llegar un momento en que me digan algo verdaderamente romántico y yo haga caso omiso.
Hace meses me prometí algo: la próxima vez que le dijese TE QUIERO a alguien, lo haría sintiéndolo y no me precipitaría.
El primer día que te vi supe que entre nosotros había química, siempre lo he sabido y... cada día se hacía más grande, cada día iba creciendo en mi la idea de que serías tu a quien le diría esas dos palabras, pero... una vez más me he equivocado.
Sigo mirando una y otra vez esas fotos nuestras, miradas cómplices, sonrisas, y... muchos mimos.
Me gustaría que me dieses una señal, si me quieres, aquí me tienes, si no me quieres, házmelo saber, ya que llevo semanas esperando como una idiota a que me llames de nuevo, y... no me gusta que me traten como a una estúpida.
Sabes que te quiero, que mis 'Buenos días, idiota', eran un 'Buenos días, cariño', que mis 'Eres tonto, pero me gustas', eran un 'Te quiero', y yo... sigo aquí, echándote de menos, como una idiota enamorada.

La criticaban por dejarse llevar cada noche, por acabar en brazos de cualquier hombre, por valorar muy poco sus besos y regalárselos al primero que pasase, pero... ¿No comienza cualquier historia de amor con un simple beso?.
Recuerdo ese primer beso que te di, por primera vez en mucho tiempo me sentía inexperta y esperaba que tu tomases la iniciativa.
Recuerdo cada paseo, cada mirada, cada susurro al oído, cada carcajada, todo por lo que hemos pasado.
Recuerdo la transición: Ser amigos a tener algo más, hablar de la última película de comedia a hablar de las ganas que tenía de besarte, recuerdo hasta el momento en que todo fue apagándose, en que el fuego se apagó.
Me habías ido ganando minuto a minuto, conseguiste derribar esos muros que me protegían, y... ahora, no se como lo has hecho pero cada vez que suena mi móvil espero que sea una llamada tuya, cada vez que me llaman por la calle me doy la vuelta esperando que seas tú.
Tengo demasiadas preguntas y por ahora ninguna respuesta, me encantaría saber por qué un día me haces sentirme una princesa y al día siguiente haces que llore las 24 horas del día, tengo ganas de ti, te echo de menos... y... hacía mucho tiempo que no lo admitía, me habías cambiado, habías conseguido que volviese a tener ganas de querer a alguien, habías conseguido que la chica dura perdiese el miedo, habías conseguido que me enamorase de ti.

No puedo seguir así, la tristeza que estos días se ha estado adueñando de mi se transforma en rabia, en llantos con sabor a impotencia, en odio contra los cuentos de hadas y los finales felices.
No puedo seguir esperándote si tu no me das señales, y lo cierto es que cada día me alejas más de ti. No puedo parar de pensar que he cometido algún error, pero... mientras estaba intentando escribir algo con cierta coherencia me he dado cuenta: Quien ha cometido un error has sido tú, te he dado un mes de mi vida, te he enseñado como soy, lo que me gusta, lo que no me aburre, y te he dicho que era sensible, que no jugases conmigo y es lo que has hecho... has cometido el error de perder a una persona que podría haberte hecho inmensamente feliz, piensa en ello.
Dicen que en el amor todo vale, y... tengo una nueva oportunidad, es una señal, todo es igual que como cuando conocí a mi primer amor, y... no necesito tres citas para que me pida ser su novia, no necesito seguir una regla absurda no escrita donde dice que no puedo besarle hasta la segunda cita.
Ni yo sigo las reglas ni ellas me siguen a mi. No puedo seguir estando cuando tu me lo pides, no soy esa clase de chica, necesito que me quieran, que me demuestren que son el novio que necesito, y tu... tu no me demuestras nada.
¿Sabes qué?, Me hubiera gustado tener el valor de haberte dicho que te quiero en uno de nuestros paseos, me hubiera gustado que siguieses conociéndome pero... es tu decisión, cuando me necesites no te molestes en llamarme, te aseguro que no estaré ahí.

Recuerdos del ayer, varias noches seguidas tumbada en la cama intentando dormir con tu imagen en mi cabeza y unas cuantas lágrimas brotando de mis ojos intentando hablar por mi.
Me asomo a la ventana por la noche, suspiro y pienso en como el amor puede ser tan irónico, es irónico que... después de un año sola, después de un año para reflexionar y curarme las heridas que tenía, ahora me hagan una herida aún mayor.
No puedes hacer esto, no puedes darme un mes de tu vida, no puedes despedirte de mi todas las noches con un 'Buenas noches pequeña' e ignorarme, no puedes enamorarme e irte por la puerta de atrás, no, no puedes.
Pensaba que después de todo lo que he pasado ya no necesitaba a ningún chico en mi vida para ser feliz, pero... por tu culpa conozco la diferencia entre irme a la cama con una sonrisa de enamorada e irme a dormir pensando en todo lo que te echo de menos.
No soy débil, no quiero volver a serlo, cada vez me cierro más al amor, cada vez pongo más muros alrededor de mi corazón y cada vez dejo entrar a menos gente.
Dime... ¿Cómo lo haces?, ¿Cómo haces para enamorarme y comportarte posteriormente como un crío de guardería?.
Si algo quiero ahora es estar sola, poner una toalla en mi cala preferida, coger piedras y tirarlas al agua, dejar de pensar en ti, en mi o en el nosotros que hubo un día, pensar simplemente en que la única persona a la que debo querer es a mí, la que nunca me fallará.