En esta vida tenemos dos clases de amores: Aquellos con quienes aparentemente todo va bien, él me quiere y yo le quiero, es tranquilo, no es celoso, es atento, romántico, sincero, cariñoso... y está esa otra clase de amor: no os queréis, os amáis, el tiempo pasa tan rápido a su lado que darías todo lo que fuera por pasar un minuto más a su lado, hay discusiones... pero las reconciliaciones son mejores, las mariposas invaden tu cuerpo y revolotean a sus anchas, sonríes como el primer día a pesar de que haya transcurrido mucho tiempo desde vuestros inicios, harías lo que estuviese en tu mano y lo que no para hacerle feliz y al perderle te das cuenta de que tu vida está vacía, y aunque trates de rellenarla con otra persona nunca volverá a ser lo mismo, nunca volverás a sentir tanto por nadie en tan poco tiempo, nunca volverás a creer en la palabra amor, nunca volverás a esforzarte tanto porque creerás que nadie vale tanto la pena, nunca volverás a amar.                      

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Lo cierto es que duele, duele querer tanto a alguien, duele recordarte y llorar inconscientemente, duele pensar en ti, en mi, en las sonrisas que me sacabas, duele encontrar aquel collar que me regalaste y acordarme de ese momento, duele recordar la primavera, duele hablar contigo y sentir que cada una de tus palabras produce un efecto en mi que se manifiesta a través de la respiración, me cortas la respiración, tú y tus ''pequeña'', duele la incertidumbre, saber que no sé nada, que el futuro no está escrito, y que daría todo por saber si algún día habrá final feliz o es mucho pedir.

¿Por qué puedo tenerlo todo y no tenerlo a ti?, siento que estoy condenada a vagar sola, pero ya no tengo ganas de buscarte en otras personas, no tengo ganas de besar ranas, no tengo ganas de nada, estoy cansada, muy cansada de todo, ya no quiero un príncipe azul, no quiero caballos ni zapatos de cristal, te quiero a ti, con tus defectos y con tu virtudes, con todo lo que te hace perfectamente imperfecto, con esos ojos que brillan por si solos, con ese pelo que adoraba acariciar, con esos lunares que podría estar contando durante toda mi vida, con esos brazos que he deseado que me abrazasen cuando me he sentido sola, con todo lo que te hace especial.

¿Por qué no puede haber un final feliz?, ¿Por qué la vida se resume en blanco o negro?, ¿Por qué todo lo que es fácil lo convertimos en difícil?, ¿Por qué nos escudamos en los miedos?, ¿Por qué no podemos simplemente luchar por lo que queremos?.