Me ha venido a la cabeza esa típica pregunta de: Si pudieras ver tu vida en una película... ¿ lo harías?, ¿harías cambios en el guión?, ¿o simplemente te conformarías con que has vivido y te quedarías de brazos cruzados viendo todos tus mejores y peores momentos en esa pantalla imaginaria?.
Mi respuesta es si, si vería todo lo que he hecho, lo que no he hecho, lo que he recibido y a lo que he dicho adiós, por que... cuesta, cuesta mucho desprenderse de algo, pero, en mi opinión, lo que más nos duele es acostumbrarnos a la idea de que hemos perdido, que no volveremos a encontrárnoslo todo como antes, y eso es lo que a mi me ocurre.
Me había acostumbrado a una rutina, con él me había soltado, pensaba que sería un cuento sin fin, y, como siempre pasa, todo lo que sube acaba bajando, pero, no me lo esperaba, y ese jarro de agua fría aterrizó en mí rápidamente, hasta hoy.
Me duele mucho, es cierto, que quien más apuesta, quien más ganas le pone a la relación es el que siempre la da por terminada, pero, lo que más me duele es el saber que me he esforzado en vano, que al parecer he regalado unos cuantos te amo que han acabado en el fondo de una papelera, que ya no me quieres, ya no piensas en mí, y ya eres capaz de estar con otras, ¿puedo serte sincera?, yo no he estado con nadie más, no he podido, todos los días, desde hace meses, me los paso pensando en ti, en mi, en que hubiera pasado si...
Y lo cierto, es que no puedo más, y no es justo, el tener que escribir todo lo que me gustaría decirte, a decir verdad, lo único que quiero es un poco de verdad, que me busques, te acerques y me digas que es lo que sientes, en quien piensas, y sobretodo, si me sigues queriendo, de no ser así, quiero saberlo, no me ayudará, pero al menos sabré que no puedo perder más, al menos sabré que lo he intentado, y he perdido, si, pero también recalquemos el hecho de que lo he intentado.